Podríamos cambiar las sopaipas por picarones.
Edith
8 de junio de 2007 18:44
Se ve muy hermosa la abuela Enriqueta.
Edith
8 de junio de 2007 18:35
Si no hay que investigar mucho es cuestión de tener memoria. Cuando se enojaban la Metodia, Miguel, Gregorio o Roberto se quedaban callados amurrados, con la trompa "estirá" y no daban ni patrás ni pa'adelante. Si hasta le gustaban los digüeñes, piñones y las nalcas. Signo inequívoco de descendencia de la noble raza indómita.
Angel
7 de junio de 2007 16:22
sábado, 9 de junio de 2007
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